Participación y reconocimiento.
Beneficios de la participación.
La participación es
relevante en las organizaciones porque permite que la información relacionada
con los problemas operativos fluya desde la base de la organización hasta los
niveles directivos.
Entre los métodos
alternativos que suelen emplear las cabezas organizacionales se encuentran los
siguientes:
1. Introducir cuñas. Colocar entre la gente de la base de la
organización a una persona que sea de confianza total del directivo y capaz de
transmitirle determinada información.
2. Recompensar el espionaje. Localizar a una o varias
personas entre la gente de la base de la organización que puedan actuar como
informadores de la gerencia a cambio de algunos favores relacionados a la
organización.
3. Desarrollar grupos de choque entre la base. Quienes
además de actuar como informadores, pueden actuar como instrumento de
represión.
4. Elaborar contratos colectivos de trabajo de protección.
La organización crea un sindicato fantasma que aparentemente representa a los
trabajadores de una empresa ante las autoridades.
5. Desarrollar sindicatos blancos. Sirven sólo a los
intereses de los directivos de la empresa.
Estas alternativas son
mecanismos que propician descontento e insatisfacción entre sus miembros, despertando
en ellos la sensación de que se encuentra en una situación de competencia.
El aseguramiento de los
mecanismos eficientes de la participación acarrea los siguientes beneficios a
las organizaciones:
1. Identificación de los problemas operativos que impactan a
los clientes, usuarios y beneficiarios de la misma.
2. Aprovechamiento de la experiencia y creatividad del
personal directivo, operativo y de los mandos medios en la solución de
problemas.
3. Mayor energía y compromiso organizacional.
4. Generalmente, mayor velocidad de reacción y mejores
resultados.
El
mayor beneficio que puede esperarse de la participación de los miembros de la
organización es que se genere un verdadero empowerment (o potenciación), es
decir, dotarles de poder.
Los modelos participativos.
Es común que las
organizaciones que emprenden los programas de calidad total o de reingeniería
abran espacios importantes a la participación, la cual es un requisito esencial
para los mismo.
Cuando un programa de estos
se desarrolla deben realizarse adecuaciones importantes en los roles que
desempeñan los líderes y los equipos de trabajo de la institución.
Existen ámbitos diferentes
en los que es posible permitir o propiciar la participación de los integrantes
de una organización, estos son representados en la escalera de la
participación:
En el primer escalón se
encuentra el desempeño propio del trabajo, la gente es contratada para que
desempeñe determinado trabajo y se espera que así lo cumpla.
El segundo escalón es el de
la información. Estar informado permite comprender la manera en que funciona cada
uno de los procesos y la comprensión es indispensable para idear mejoras.
El tercer escalón de
participación consiste en abrir un espacio a los miembros de un equipo para
tomar las decisiones que competen a su unidad o a su departamento.
Como cuarto escalón las
empresas autogestivas permiten a cualquier integrante de las mismas influir en
el rumbo global de la compañía.
Por último, la participación
en la propiedad de las empresas es el quinto escalón. Los miembros de la
empresa o de la institución tienen la opción real de convertirse en los dueños
de esta.
Sistemas de reconocimiento a la participación.
En los modelos
participativos, las mejores recompensas son la oportunidad misma de aportar
algo, de sentirse competente y tomado en cuenta, así como de ser aceptado con
las diferencias propias de cada persona.
Germán Suárez opina:
“Reconocer es reforzar positivamente una buena actitud del personal”.
El diseño de un sistema
eficiente de reconocimiento a la participación de los miembros de la
organización debe ser planeado de manera detallada por los directivos y debe
contener en su diseño:
1. Reglas simples y justas.
2. Reconocimiento a los equipos más que a la participación
individual.
3. Sistemas rápidos de evaluación de las participaciones.
4. Retroalimentación de quienes participan con propuestas o
sugerencias y un seguimiento a cada una de estas.
5. Usar el mismo criterio para definir las estructuras
orgánicas, a fin de asegurar que todos los empleados cuenten con las mismas
posibilidades.
Dupont, en México
tiene desarrollado un programa de reconocimiento a las aportaciones valiosas de
su personal basado en los siguientes principios:
1. Promueve la automotivación.
2. Promueve los reconocimientos de grupos.
3. No está limitado por las líneas organizacionales.
4. Se reconocen la actitud y conducta.
5. Los reconocimientos de una jerarquía menor valoran los
cambios positivos en la conducta.
6. Los reconocimientos que se otorgan son justos y
oportunos.
7. Los reconocimientos de una jerarquía menor requieren de
una aprobación mínima y documentada.
8. Se busca reconocer el mayor número posible de empleados.
9. Se respeta el anonimato si se desea.
10. Los reconocimientos en efectivo están establecidos en
términos de dólares y están sujetos a impuestos.
11. Existe un coordinador de los reconocimientos para el
personal.
12. Todos los empleados son elegibles.
13. Los reconocimientos pueden otorgarse a los individuos o a
los grupos de trabajo.
14. En un equipo no necesariamente todos los miembros reciben
el mismo reconocimiento.
15. No hay límite en cuanto al número de reconocimientos que
un individuo pueda recibir.
¿Dónde quedan los líderes en los modelos participativos?
Uno de los principales
obstáculos para la implantación de los modelos participativos es el relativo a
que sucede con los líderes formales y con los informales bajo esos esquemas.
Para todos los modelos
desarrollados en el fondo prevalece el principio llamado de subsidiariedad, que
puede ser enunciado de la siguiente manera: “es preciso tanto equipo como sea
posible y tanto jefe como sea necesario”, expresando que el líder formal debe
permitir que el equipo realice todas aquellas actividades de las que sea capaz
y el solamente debe participar cuando sea indispensable.
Existen tres tipos de
liderazgo que fomentan la participación amplia del equipo:
1. El liderazgo compartido.
2. El liderazgo rolativo.
3. El liderazgo completivo.
En los tres casos los
líderes formales comparten su poder, mientras que los líderes informales asumen
posiciones de respaldo en el logro de los objetivos de la unidad o de la
organización misma.
Barreras para la adopción de los modelos participativos.
Entre los temores comunes
que obstaculizan la participación están:
1. Temor a la pérdida del poder y del control por parte del
líder.
2. Temor a que se desvié el rumbo o a que se desvirtúen los
objetivos organizacionales.
3. La posible irresponsabilidad de los colaboradores o su
falta de preparación.
La cultura y los ambientes
organizacionales llegan a ser obstáculo cuando son incompatibles con los
esquemas de la participación.
La organización del trabajo
es importante para facilitar la participación. Si faltan los mecanismos de
reconocimiento a la participación o si el diseño de los procesos de trabajo
fomenta el autoritarismo y el individualismo, poco hay que hacer para favorecer
la participación.
Vivencia de la actividad
Mediante esta actividad, me
parece que cada integrante del grupo ha podido participar, y de alguna manera
me he sentido importante al formar parte de éste y aportar mi opinión por medio
de aplausos para quien estuviera al frente pudiera lograr su objetivo, pienso
que la actividad es un ejemplo de cómo se conforman las organizaciones, es
decir, nuestra participación fue relevante para solucionar los problemas, como
cuando alguien comenzaba a dibujar algo fuera de lo establecido, de esta manera
llegamos a nuestro objetivo.
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